Los Cobítidos, también llamados lochas, son peces de agua caliente que agrupan aproximadamente cien especies, dentro de siete géneros diferentes, aunque en los acuarios se suelen encontrar principalmente dos: el género Botia y el género Pangio.
Estas especies provienen en su mayor parte de Indonesia y Extremo oriente para las Botia, y el sudeste asiático para el Pangio.
Son peces asociados a la parte inferior del acuario y al sustrato, de donde extraen su alimento.
Una de sus características morfológicas mas sobresalientes, es la presencia de una espina eréctil bajo el ojo, que suele ser un arma de protección contra los predadores naturales, y que puede causar heridas al ser manipulados en el acuario.
De hábitos más bien tímidos, prefieren los acuarios bien plantados, donde encuentran refugio. También son gregarios, por lo que prefieren vivir en pequeños grupos de cinco o más individuos.
Cobítidos
Botia Payaso
Chromobotia macracanthus
Dentro del género Botia, la Botia Payaso es uno de los peces más populares.
Estamos hablando de un pez procedente de Sumatra, de las islas de la Sonda y Borneo, donde tiene su hábitat natural.
En el acuario, encontramos un pez sociable y tranquilo, que gusta de un acuario muy bien plantado, con abundancia de raíces o madera seca, donde poder ocultarse, dado su carácter más bien tímido y su “fobia” a la luz.
Aunque no muestra preferencia por un tipo de agua concreto, prefiere acuarios con temperaturas altas, que oscilen entre los 23ºC y los 26ºC.
Ver: Botia Payaso
Pangio Kuhlii
El Pangio Kuhlli es una locha originaria del nordeste de Bengala, Malasia, islas de Java y Sumatra, Borneo, Singapur y Malaca.
Su hábitat natural son los ríos de poca profundidad, donde vive en los fondos de arena que están recubiertos de sedimentos.
Tiene un cuerpo muy original, alargado, de unos 12 centímetros de longitud y forma de anguila.
El dorso de su cuerpo está surcado por unas bandas de color marrón oscuro o negras, que no están presente en su zona ventral.
Son peces de hábitos nocturnos, por lo que es habitual que se esconda en el fondo arenoso durante el día, para lo que sus ojos están recubiertos por una membrana que los protege.